Ex-pandillero



 


Historia de vida de Cesar Agustín

-César: Mi nombre es César Agustín.
        -Entrevistadora: Edad.
- César: Tengo 25 años.

-Entrevistadora: ¿A qué te dedicas, actualmente?
 - César: Pues ahorita trabajo en un proyecto que es sobre ex-pandilleros, donde se le da empleo, se le da estudio, ahí estoy como encargado del grupo de ellos.

 -Entrevistadora: ¿Con qué organización estas trabajando?
- César: Estoy aquí trabajando con una organización que se llama AMA (Asociación de Manos que te Apoyan), así se llama la organización. Esta fue fundada por un empresario que de él salió creer en nosotros y darnos la oportunidad de laborar en su empresa, y hasta hoy en día no ha buscado apoyo con demás empresarios para que nos den becas. Nos tienen becado en una empresa, trabajamos de lunes a sábado al mediodía, y sábado por la tarde estudiando.
- Entrevistadora: ¿De qué es la empresa?

- César: Es una empresa de plásticos desechables, de hacer platos, vasos, cubiertos,… todo lo que sea desechable allí se hace.
-Entrevistadora: ¿Cómo conociste tú de ese proyecto?

 - César: Bueno yo estuve preso cinco años, de allí yo salí a buscar trabajo, no encontré lo único que encontré es que me regresarán. Eso pues por andar en la calle, buscando trabajo tiene uno que andar en la calle. Me pararon los policías y por la misma situación que está aquí lo de los tatuajes me llevó preso. Salí y de ahí conocí a una de libertad espía que está en esto de la secretaría de bienestar social. Los conocí a ellos, ellos me hablaron un poquito de este señor  que tenía su proyecto, pues me llevaron, me enseñaron la dirección pues yo me fui a hablar allí pues si me daban chance. El me abrió las puertas de su empresa, así de buenas a primeras me dijo que sí que si yo quería trabajar, trabajo había pero que tenía que aprender a ser responsable, algo que yo no tenía. Pero en el cambio se va formando uno, ahí tiene él una psicóloga, una trabajadora social para uno pues  para que lo vayan apoyando a uno. Pues así poco a poco fui logrando mis objetivos que llevaba y allí estamos trabajando con ellos.

-Entrevistadora: ¿La psicóloga, la trabajadora social que trabaja en esta empresa es pagada por este señor? 
- César: Por el es pagado, de él sale el dinero y pues ahorita que está recibiendo fondos de otros lugares que le están ayudando pues con la misma labor que él tiene.

-Entrevistadora: Cuéntame ¿Tu porqué entraste a formar parte de una pandilla y a qué edad?
- César: Bueno yo crecí con ellos, ya que mis hermanos todos eran pandilleros. Éramos cuatros hermanos y los cuatros éramos de la mima pandilla. Yo crecí entre ellos con mis hermanos me gustó el estilo de vida pero el pacto mío que me hizo ingresar directamente con ellos fue cuando comenzaron a matarlos. Ahí fue donde yo cambie mi forma de pensar, entonces que otra forma de vengarme que metiéndome con ellos y haciéndole lo mismo que me habían hecho a mi.


-Entrevistadora: ¿Qué mataron a hermanos tuyos?
- César: Dos hermanos, a mi dos hermanos que aún dos viven y el otro pues él trabaja tiene a su familia, se retiró de pandilla, pues hoy, tiene su familia y todo tranquilo y yo pues que tengo muchos problemas con lo mismo, por el tipo de pandilla, por haberme salido ya que yo ingresé a los 11 años salí a los 23 años. A los 23 yo ya dejé de meterme a clavos (cárcel), por lo mismo que yo salí preso. Pues cuando uno cae preso todo se olvida de uno, sólo la mamá y si tienes a tu papá pues tu papa te va a ver. En mi situación yo no tengo papá, entonces sólo mi mama viene a visitarme, a dejarme mis cosas,… y así pues entré en razón. Se dice que uno toca el suelo y uno entiende. Que la vida tiene mucho por delante y no es como la pintan. Una pandilla que cree que es sólo para uno y no es así. Tiene uno familiares, ahora que tengo a mis hijos, tengo dos hijos tengo por quien vivir y no por algo que no vale la pena.

-Entrevistadora: ¿Por qué motivo decidiste que ya no más, que ya no quería estar más en la pandilla?
- César: Pues yo estando preso mataron a otro hermano mío, estando yo preso llevaba yo ya 2 años de estar preso y en esos momentos me informaron va, que a mi hermano le había pasado un accidente, el cual yo no tuve ni oportunidad de ir a enterrar ni de verlo por última vez ya que no fue cualquier cosa que mataron, era mi hermano mi sangre y fue algo bien traumático para mí porque yo me metía en muchos problemas, en ese tiempo que me dijeron eso pues me metía en motines, a intento de fugas, a puyar a cualquiera, a destinar a las personas que estaban a dentro que se vinieran conmigo,… pues todo eso me llevó a que me asilarán. Estuve un año aislado, sólo yo en un cuartito solo, hay sabía que era de día o de noche por mi comida de lo contrario no me sacaban, no sabía yo lo que era convivir con los mismos presos. Estaba yo retirado de todos ellos, por lo mismo por mis problemas. Entonces yo miraba a mi mamá sufrir mucho. Mi mamá llegaba y no la dejaban entrar, no mira su hijo es muy problemático, muy agresivo no puede entrar, está aislado. Y durante ese año mi mamá ahí estuvo, llevando mis manzanitas para navidad, mis uvas, mis panitos,… y todo ahí estuvo mi viejecita linda conmigo. Entonces al ver el amor de mi madre a mí me hizo cambiar. Yo entré en un momento ¿de qué hago?  O sigo aquí a que me maten y mamá se muera conmigo o puedo darle una oportunidad a mi mama de que pueda ser feliz, porque le estaba amargando la vida. Le estaba amargando la vida, no vivía ni yo ni la de mi vieja. Entonces me puse a pensar eso en mucho tiempo y decidí salir. Hablar y que ya no quería meterme más clavos, que me dieran una oportunidad que fue lo más difícil porque después de cómo yo era decir que iba a cambiar, era muy difícil. No me creían hasta comenzaba a ver que ya no me metía en problemas y en un año comenzaron a bajarme la condena.

-Entrevistadora: ¿La pandilla fue difícil salirse de la pandilla?
- César: Eso fue bien duro, mi celda tenía un gran pasillo y tenía que pasar por en medio de esos dos cuartos para llegar a mi cuarto de ellos y yo llegaba a donde yo dormía con mi cara escupida bañada en sangre. Maltrataban, me apedreaban, me echaban a morir, me echaban de todo, me trataban de que yo era un hueco por haberme salido, de que yo no era hombre por no morir como habían muerto mis hermanos. Entonces desde primero que alguien se me acercaba y me hiciera eso, volvía la cabeza después agachaba la cara porque yo no quería problema, fue duro, ese fue mi mayor reto, agacharle la cara a alguien que yo no estaba acostumbrado agachársela. Al que me tocaba yo lo tocaba, eso son líderes de la calle, dan o te dan. Ese es el reto, soportar eso y ponerse metas, sueños por ser alguien mejor.

  -Entrevistadora: Hoy día ¿Siente miedo por la pandilla, que vuelvan a buscarte, a intentar involucrarte,…?
- César: Pues si, es cuestión que ellos siempre intenta buscarlo a uno, nada más decir que las puertas la tengo abierta, para entrar al barrio, para volver a ser lo que soy en la pandilla. Pero eso es cuestión de decisión de uno, porque si un día tome una decisión tiene que ser cerrado a lo que uno piensa y luchar por eso. Otra vez si me persiguen si, hasta que me maten de una carta pues. 

-Entrevistadora: Si ¿Tiene ese temor?
- César: Bueno no me interesa eso porque vivir mucho durante mucho tiempo así, es algo a lo que uno se acostumbra, pero ahora estoy con una satisfacción mejor que la que yo pensaba tener antes porque conocí otro estilo de vida, conozco otra parte del mundo que no conocía. Conozco que la vida no es andar con una pistola, ni andar quitando el poco (-) que tiene otra persona. 

-Entrevistadora: Yo te había preguntado el temor, el temor que tú tienes por haberte salido, de que ellos te persigan hasta matarte.
- César: Pues eso es algo, que todos lo tenemos que correr, si uno se quiere salir de lugar sea pandilla, sea de drogas o sea de lo que sea. Uno siempre deja a alguien que no quedó satisfecho, sea por envidia o porque uno tiene la capacidad de ser mejor a lo que era antes o envidia de que uno lo haya logrado porque en una pandilla no se espera nada más que estar preso, con operaciones o inválido o sin un ojo, sin una mano o una pierna, así hemos parado muchos.

-Entrevistadora: ¿Tú piensa que la gente que está en una pandilla es consciente que su final es ese?
- César: Más claro no se puede decir, lamentable. Ahí, mi barrio tiene que ser el más grande aunque yo quede detenido pero el orgullo de ahí es morir con una pistola en la mano y con dos tirado al lado, contrario que uno. Esa es la mentalidad que se tiene. Cuantas veces no han ido a disparar a donde nosotros nos manteníamos en nuestro punto y no con una pistola cualquiera sino con pistolas fuertes, con fusiles, con metralleta,… pero ahí uno sabe a lo que se mete. Uno tiene que tener bien claro todo porque sino no fuera capaz de hacer lo que uno hace.

-Entrevistadora: ¿Qué le dirías tú a jóvenes que estén indecisos? De si sí, si me salgo, si esto ya me conviene o no me conviene.
- César: Esta es una decisión que como nosotros la tenemos bien clara, pero le digo esto para que ellos piensen. Qué vale más, un par de amigos, tú mamá, la oportunidad de tener hijos, la oportunidad de graduarse, sentir de verdad la satisfacción. Una satisfacción tan  bonita de andar por al calle tranquilo, sin problema de ninguna forma, puedes andar hasta altas horas de la noche y sabe que si te para alguien, no tienes problema con él. Eso debería pensar, que prefieren vivir como que los andan cazando o vivir en paz, porque eso es lo que te trae la panda.

-Entrevistadora: Y el niño, al chavo que todavía no está en una pandilla pero que lo anda tentando para que se meta ¿Qué le dirías?
- César: Que busque bien sus amistades. Un amigo nunca te va a querer ver mal. Un joven jamás te va a querer ver tendido y lleno de hoyos o apuñaleado o macheteado, o muchos como dicen ahora y hacen de broma de la Biblia, a la ley de Moises, apedreadas, desecho o arrastrado. Ahora se puso bien eso de moda, la descuartización. Si llegara a ser alguien de un  barrio, te van a descuartizar cuando menos  lo sienta te van a dar, eso deberían de pensar, que vale pero eso no te va a defender. Una pistola te pueden dar de 35, 40 tiros pero se te van acabar y cuando se te acaben qué? Te van a matar y ahí se acabó de qué te sirvió ser alguien en una pandilla. Mejor acá en tu futuro, pensar bien que queres. Eso le podría yo decir a un niño.

-Entrevistadora: ¿Y a tus hijos? ¿Cómo piensas educarlos?
- César: Pues como yo he vivido, ponerme como peor ¿Qué más es peor que su papa? De drogas habrá que no he probado en Guatemala, de todo. Desde piedra, pegamento, marihuana,…, es bonito porque es bonito pero los resultados de eso es lo peor. Las adicciones, llegar a dormir en la calle teniendo tu casa.  Pienso planteárselo a mis hijos. A mi hija pues hablarle, como es la vida y cuales son las extinciones de muchos jóvenes y eso planteárselo todo.

-Entrevistadora: ¿Qué tal si algún día tanto tu hijo como tu hija te dicen un día, yo me quiero meter en una mara?
- César: Pues para mí sería muy duro, porque es algo que yo no quisiera. Pero yo no podría cambiarle su forma de pensar. El desde el día que nació es independiente, soy su padre sí pero no soy su jefe, ni su verdugo para andar machacándolo. Él es libre el tiene una personalidad, el va a ser quién el quiera ser. Pero lo único que puedo hacer es aconsejarle mucho y seguirle diciendo como puede ser la vida así y cual va a ser su futuro si sigue así. Va a llegar a ser como si llegaron a ser sus tíos, un número más, un difunto más y un nicho más que llene el cementerio. Eso, eso le diría.

-Entrevistadora: Piensa que el problema de la violencia juvenil y de las pandillas ¿Es algo que se podrá algún día a vivir ya tranquilo en Guatemala porque se erradique?
- César: Si

-Entrevistadora: ¿Tiene la esperanza tú de que eso pase?
-Si tal vez eso no lo mire yo, tal vez no lo mire yo pero si lo verán otros y esa va a ser una satisfacción muy bonita que nos va a quedar a nosotros. Porque hoy día se está velando porque todos sean aceptado tal y como son y es algo que en Guatemala no se da. Aquí en Guatemala pues esta mucho la discriminación. Si eso es blanco, hay que morenito, si es morenito no, si es indígena peor. No la idea es todo somos uno, todo vivimos en el mismo mundo porque no aceptamos tal y como son. Ah!! Tienes tatuajes ay!! Como dicen aquí en Guatemala la escoria de nuestro país, así nos pintan, así nos dicen. Muchas veces nos hemos leído en la prensa con una pelota roja en el estómago “La escoria de Guatemala”, si. Pero me da risa, porque muchos juzgan pero nunca se juzgan a ellos mismos ¿Porqué Guatemala no progresa? Por todos ellos, a pero a quien nos cae el problema a nosotros ¿porqué? Porque no nos dan educación, en qué se acaba el pisto en ellos, ¿Porqué no nos ponen talleres, porqué no nos ponen escuelas, porqué la educación no es pareja,...? Todo eso influye mucho a que uno tome malas decisiones. Porque uno quiere vivir como vive otras personas, que tiene carro, que tiene todo eso, que tiene las oportunidades de entrar a cualquier lado y estudiar ¿Porqué uno no, porqué uno tiene tatuajes? ¿En cuantas universidades le hace malas caras a uno cuando llega? Aquí se puede dar mucho eso ¿por qué? Yo me pongo de ejemplo he ido a otros lugares formal y sólo porque llevo playera de mangas cortas aah!! Muchas personas llevan sus aretes, sus cadenas, sus relojes y se quitan pensando que yo le pueda robar algo. Ese es el problema, que no aceptan a las personas tal como son. Todo los quieren ver uno encorbatado, con trajes, con carros, pero si uno no tiene dinero para comprar eso ¿Cómo se va a meter uno en su círculo de ellos? Yo no cumplo todo lo que ellos tienen. Pero porque no me aceptan tal como soy yo, sería más fácil así y  no habría problemas entre grupos. La misma sociedad ha hecho esto, no es que uno se vuelva malo. Ellos lo han hecho malo a uno.

-Entrevistadora: ¿Cómo te ves en el futuro? ¿Cuáles son tus sueños,…?
- César:¿Yo como me veo? Pues me gustaría ser una persona como sigo siendo, con mi misma forma de pensar, mis mismos sueños de ver este país, pero una persona profesional, estudiada y trabajando demostrándole a mucho que  no soy como ellos me juzgan, como me pintan. Que soy mejor de los que ellos pueden ver, que tal vez mi estuche tenga errores, tenga manchitas o tenga esto, pero lo de adentro es lo que vale. Lo que puedo lograr hacer por mi país.

-Entrevistadora: Un último mensaje a las víctimas de tu propia violencia, a la gente que quizás no comprendan que alguien como tu se quiera reinsertar o quiera dejar el tema de las pandillas, porque hay un odio en la población por todo el daño que ustedes han ejercido ¿Qué le diría tu por ejemplo? Imagínate que tienes de frente a la madre de algunos de los que tu le has quitado la vida ¿Qué le dirías?
- César: Es algo que he  pensado desde el día que yo me salí del clavos, es algo bien duro porque con pedirle perdón no le voy a revivir a su hijo, con encálmele tampoco, no puedo llenar ese vacío que dejé, jamás lo llenaré. Pero si algo le puedo decir es esto, que voy aconsejar a muchos para que no hagan daño y no hagan sentir a nadie lo que yo le hice sentir a ella y que perdón por mis malas acciones, actitudes que tened pero nunca es tarde para arrepentirse y remediar eso.

-Entrevistadora: ¿Cuánto hace que dejaste todo eso?
- César: Hace ya para 5 años ya. Ya voy para los cinco años que decidí salir. Pero como te digo, es un proceso muy duro, donde se sufre porque estas acostumbrados a estar con ellos, te hicieron parte de tu vida, se hicieron como tu hermano, la familia que no tuviste o no encontraste, el cariño que te apartó anterior vida. Entonces llegas a un punto donde muchas veces te arrepentí de haberte salido.